Sunday, March 17, 2024

PHASE OF TWILIGHT: una excelente novedad dentro del rock progresivo estadounidense del momento



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos el nuevo proyecto del músico y compositor estadounidense Mark Cook. El proyecto se llama PHASE OF TWILIGHT y, además de tener a Mark Cook a la Warr Guitar, el bajo sin trastes, los teclados y la percusión, también tiene a Bill Bachman [batería] y John Galvan [guitarra y pedales Moog Taurus]. Bachman tiene varios años trabajando con Cook en excelentes grupos como HERD OF INSTINCT y SPOKE OF SHADOWS. Galvan, por su parte, es un músico con formación clásica. El trío ha publicado recientemente un EP homónimo, más exactamente, el 2 de marzo pasado. El material contenido en este lanzamiento independiente fue compuesto colectivamente por el trío, siendo así que las ulteriores labores de mezcla y masterización estuvieron a cargo del maestro Cook. La bella foto de la portada fue hecha por Anne Galvan.
 

Durando casi 8 ½ minutos, la pieza titulada ‘Moments Bass By’ abre el repertorio con un gran derroche de elegancia. La primera ambientación es ceremoniosa y ostenta una garra rockera desarrollada tras un efectivo muro de contención; los elegantes fraseos de la guitarra dialogan fluidamente con las florituras del bajo mientras la batería va desarrollando diversos grooves a lo largo del camino. Una vez pasada la frontera del tercer minuto, las cosas empiezan a soltarse con la secuendia de dos puentes: el primero se explaya en un breve ejercicio de flotante space-rock, el segundo exhibe una explosión de musculatura progresiva. Así las cosas, el trío adopta una garra donde, a pesar de volver a la ceremoniosidad originaria, ya es inocultable su renovada incandescencia rockera, siendo así que el solemne epílogo llena espacios por doquier. ‘Document’ sigue a continuación para erigirse (en nuestra humilde opinión) como el cénit del repertorio. Sus muestras de sofisticado fulgor son diligentemente imponentes tras un preludio tentativo, siendo así que el cuerpo central se siente muy cómodo cruzando los discursos del heavy prog y el jazz-rock en su seno. Opera aquí un híbrido de ATTENTION DEFICIT con los DJAM KARET de la etapa 1989-97, añadiéndose un resplandor especial a la focalización de los diversos grooves que se van sucediendo. El solo de guitarra que emerge a mitad de camino es sublime y también es de destacar el garbo tremendamente radiante con el que se arma la sección final en base a la síntesis entre dos de los motivos aparecidos anteriormente. El cierre del EP lo trae ‘Forward View’, una pieza contemplativa que explora serenos climas cinematográficos que oscilan entre lo impresionista y lo cósmico. Hay un talante crepuscular en las sobrias escalas de guitarra que marcan la pauta inicial; por su parte, las capas de sintetizador apuntan hacia lo noctámbulo, lo cual termina orientando el perfilamiento del esquema sonoro de la segunda mitad. 

Allende su brevedad, “Phase Of Twilight” debe ser valorado como el muy buen disco que es. Mantenemos nuestra atención en este nuevo grupo PHASE OF TWILIGHT para ver qué más hace en el futuro próximo. Su propuesta sonora, siendo tan versátil y potente como es, emerge como una nueva fuerza creativa interesante dentro de la actual escena progresiva estadounidense.
 
 
Muestra de “Phase Of Twilight”.-
Document: https://herdofinstinct.bandcamp.com/track/document
 

Thursday, March 14, 2024

La cuarta dimensión de los maestros del prog sinfónico japonés ELECTRIC ASTURIAS


 
 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy es el turno de exponer nuestra apreciación sobre el más reciente trabajo del ensamble japonés ELECTRIC ASTURIAS, el cual se titula “Dimensions” y fue publicado el 4 de octubre del pasado año 2023, siendo distribuido por el sello Musea Records. El quinteto conformado por Yoh Ohyama [bajos], Satoshi Hirata [guitarras], Tei Sena [violín], Kiyotaka Tanabe [batería] y Eiji Nakamura [teclados] vuelve a lucir sus galones de destreza para generar exquisita música prog-sinfónica para nuestros tiempos. Siendo Ohyama el compositor de la banda y uno de sus fundadores en la época originaria de 1983-1993. Fue con su retorno al estrado público a inicios del nuevo milenio a través del frente triádico de ASTURIAS, ACOUSTIC ASTURIAS y ELECTRIC ASTURIAS que este grupo ha logrado hacerse de un sitial importante dentro del actual escenario progresivo internacional. “Dimensions” es el decimoprimer álbum desde el inicio de esta nueva fase y el cuarto que lleva la firma de ELECTRIC ASTURIAS. Todavía recordamos el impacto tan positivo que nos dejó el trabajo precedente “Trinity”, el cual data de enero de 2019. Veamos ahora los detalles del repertorio contenido en este disco.
 
Durando poco menos de 7 minutos, ‘La Porte De l’Enfer’ abre el repertorio con una exquisita demostración de preciosismo melódico encapsulado en un bloque de estilizada energía, algo que el grupo maneja a su antojo desde siempre. Asentándose mayormente sobre un tempo de 5/4, la banda elabora una cruza entre los paradigmas de YES, DARRYL WAY y sus ilustres compatriotas de KBB. La inclusión de un paraje intermedio donde predomina lo ceremonioso permite a la vivacidad esencial de esta pieza airearse un poco. Gran inicio de álbum al cual sigue de inmediato ‘Stone Circle’, una pieza mágicamente cautivadora que se inserta sólidamente en el área del sinfonismo clásico, lo cual pone a la gente de ELECTRIC ASTURIAS en consonancia con TEE e IL CASTELLO DI ATLANTE. Esta vez, los teclados se hacen cargo de la dirección general del entramado sónico grupal, siendo así que también se incluye algunas florituras de bajo en ciertos pasajes de tendencia introspectiva. De todas maneras, que quede claro que todavía opera en el centro nuclear el fulgor extrovertido que antes signó al tema de apertura. ‘Karma’ se explaya por un generoso espacio de casi 8 minutos y su misión principal consiste en expandir el potencial de versatilidad expresiva que tiene el grupo. Todo comienza con un enclave ceremonioso de un motif jazzero al estilo romántico, usando un motif que se toma su tiempo para dejar constancia de su presencia. Tras un interludio aguerrido guiado por estilizadamente oscuros riffs de guitarra, el vals se reinstaura con confianza para erigirse ya como el cuerpo central al que apuntaba. Cuando llega el turno de ‘Shippuu Jinrai’, la banda capitaliza e incrementa los réditos de su faceta más extrovertida, creando una pieza llamativa cuya mezcla de luminosidad e intrepidez la convierte en la versión violín-céntrica de uno de sos estándares más ágiles de la leyenda de FOCUS. Hay espacio para algún solo de sintetizador en medio del camino, algo que impulsa la adición de cromatismos interesantes al asunto.
 
La suite ‘Fourth Dimension’ ocupa un espacio de poco menos de 20 ¼ minutos y, claro está, carga sobre sus espaldas la misión de encapsular los registros más grandilocuentes y palaciegos dentro del ideario grupal. Tras un breve preludio de violín y teclado, la instrumentación global se instala a sus anchas en la concreción de dinamismos razonablemente sofisticados bajo la sempiterna guía del prog sinfónico. Alrededor de la frontera del tercer minuto y medio, la cosa vira hacia un motif intenso y sofisticado donde el grupo gesta uno de los momentos más fastuosos del disco; dicho motif aterriza finalmente en una senda un poco más relajada bajo la guía del violín, siendo así que el ensamble pronto recupera algo de la vivacidad precedente. De hecho, ésta se remodela agudamente en el siguiente motif, el cual establece vínculos con los legendarios paradigmas de YES y ELP. Un pasaje solemne signado por una atmósfera fastuosamente gótica emerge antes de llegar a la frontera del undécimo minuto, algo que siembra el camino del lirismo envolvente y evocador en base a una gentileza cristalina. Cuando el violín se pone a hacer escalas virtuosas, se anuncia el arribo de otra sección vivaz y contundente, la misma que se explaya a paso firme hasta el climático momento final. La magnificencia de siempre es sistemáticamente engalanada por una agilidad especial. El cierre del disco llega de la mano de ‘Solace Of The Caged Bird’, pieza que tiene la peculiaridad de contar con las letras y el canto de 
Kazuhiro Watanabe. Se trata, en lo esencial, de una balada progresiva que algunas confluencias tiene con el paradigma de HAPPY THE MAN, especialmente en lo referente a la inserción de recursos de jazz-fusion y Canterbury en medio del claro imperio de lo sinfónico. Las vibraciones ensoñadoras creadas para la ocasión inundan la espiritualidad nostálgica de la canción a través de meandros donde se alternan lo contemplativo y lo festivo.

Todo esto fue lo que se nos ofreció desde los cuarteles de ELECTRIC ASTURIAS con “Dimensions”, un disco hermoso y refinado que supone una exitosa exploración de la cuarta dimensión musical del mencionado ensamble y un paso más para el camino del escenario prog-sinfónico japonés en este milenio. Un disco muy hermoso y muy recomendable, en pocas palabras.
 
 
Muestras de “Dimensions”.-
La Porte De l’Enfer:  https://asturias.bandcamp.com/track/la-porte-de-lenfer
Stone Circle: https://asturias.bandcamp.com/track/stone-circle
Fourth Dimension: https://asturias.bandcamp.com/track/fourth-dimension

Monday, March 11, 2024

BONDAGE FRUIT: resurrección de un gran referente del eclecticismo progresivo japonés

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos unas muy buenas noticias desde la vanguardia progresiva japonesa: se trata del retorno de BONDAGE FRUIT tras un hiato de 19 años. El sello Maboroshi No Sekai publicó el 25 de enero pasado el séptimo disco de este legendario ensamble de rock progresivo experimental, el sexto de estudio: su título es simplemente “Bondage Fruit VII”. El colectivo recurrente de Kido Natsuki [guitarras], Katsui Yuji [violín], Ohtsubo Hirohiko [bajos], Takara Kumiko [vibráfono y percusiones] y Okabe Youichi [batería, percusiones y tambor electrónico] reactiva a lo grande el posicionamiento musical de BONDAGE FRUIT en esta fase de resurrección. Este disco supone una nueva exploración, tras muchos años de ausencia, en su visión musical aguerrida y dinámica donde se cruzan los patrones del jazz-rock, el avant-prog y la fusión contemporánea; su trayectoria fonográfica que va desde 1994 a 2005 ha dejado grandes recuerdos en los coleccionistas del género progresivo dedicado a explorar sus matices más experimentales, siendo así que sus tres primeros discos de estudio y el sexto eran los más habitualmente elogiados. Natsuki se ha mantenido bastante activo en varios proyectos desde antes de que BONDAGE FRUIT entrara en su largo receso, especialmente en los grupos KOREKYOJINN y THE WORLD HERITAGE. Yuji también se ha mantenido ocupado en grupos como el ya mencionado THE WORLD HERITAGE y TWIN TAIL. Todo el material aquí contenido fue compuesto por Natsuki, mientras que los arreglos fueron el fruto de la labor grupal. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en el Yatsugatake Hoshi to Niji Recording Studio en agosto de 2023. La mezcla estuvo a cargo de Uchida Naoyuki Makisato Lab, mietras que la masterización fue realizada por Mitsukazu Tanaka en Studio Chatri. El resultado general es el de un magno despliegue de creatividad jazz-progresiva que nos ha dejado una muy grata impresión; este retorno supuso una inquietud sistemáticamente luminosa.
 

Pasemos ya a los detalles del repertorio contenido en “Bondage Fruit VII” para justificar la última noción del párrafo anterior. ‘Aoi Kikai’ ocupa los primeros 6 ¼ minutos del disco y lo hace desplegando una calidez especial sobre un groove llamativamente marchosos que comienza con arquitectónicas cadencias de la percusión tonal. El violín y la guitarra, al delinear el relativamente sencillo motif central, abre espacios para que el ensamble íntegro se suelte en una extroversión cautivadora. Eso sí, a mitad de camino, emerge un puente signado por una aureola de arcana solemnidad, la cual se deja arropar por un lirismo envolvente. Se trata de un brere reposo antes del regreso del fulgor predominante. Sigue a continuación la dupla de ‘Mori No Okite’ y ‘Furiko’, diseñada para seguir ampliando las estrategias sónicas del ensamble. ‘Mori No Okite’ es un delicado ejercicio de ágil fusión con un imponente espíritu bucólico facilitado por el impacto que tiene el encuadre de la guitarra acústica y las percusiones para instaurar el ambiente general de la composición. Hay un vitalismo patente operando en las interacciones entre los músicos, pero ese vitalismo se halla meticulosamente contenido por la cristalina claridad del desarrollo melódico. En este sentido, la voz del violín se erige como una guía del trayecto colectivo, estando algunas florituras de la guitarra al servicio del realce de la algarabía musical. Por su parte, ‘Furiko’ se mete de lleno en un área jazz-rockera con connotaciones Mahavishnunescas y un talante ligeramente Crimsoniano, aunque también laten unas vibraciones fusionescas que emparentan con las que fueron tan explícitas en la pieza precedente. También se pueden advertir algunas confluencia con los paradigma de grupos indonesios tales como TOHPATI ETHNOMISSION o SIMAKDIALOG. Es algo así como el hermano macho alfa de 
‘Mori No Okite’ que hace gala de su particular musculatura. El epílogo es sereno y evocador, un buen golpe de efecto. ‘Kuroi Ikimono’ es como una cruza entre BOUD DEUN y LED BIB, un viaje a través de agradables trazos temáticos en medio de un despliegue de garra expresiva que, en ciertas ocasiones estratégicas, abre espacios para algunos ornamentos vanguardistas. La solidez con la que el bajo aporta algunas virguerías a mitad de camino merece una mención especial por su forma de iluminar los meandros del bloque sonoro.
 
El quinto tema del álbum se titula ‘Caminante’ (así, en español) y causa un impacto inmediato con esas impresionantes florituras de guitarra acústica que abren presurosamente la senda del desarrollo temático. Con las columnas edificadas por las percusiones y la batería, el contexto sonoro donde se elabora el entramado grupal queda listo para que el violín dibuje texturas renovadoras para el bien definido centro temático. Lo que suena aquí dejarse llevar por el embrujo de los dos primeros álbumes de RETURN TO FOREVER. ‘Cypress’ es la pieza más extensa del repertorio oficial con su duración de poco más de 13 ½ minutos. El imperio de la gracilidad fusionesca sobre un compás sutilmente complejo donde se entrecruzan lo arábigo con lo tropical hacen que la maraña instrumental se emparente cercanamente con el que impulsó al tema anterior. Eso sí, la presencia de la guitarra eléctrica y el rol más determinante de la batería dentro de la dupla percusiva hacen que este tema conquiste una garra muy particular, la cual se transforma fácilmente en fastuosidad. Alrededor de la frontera del quinto minuto, todo vira sorprendente hacia un recurso de minimalismo introspectivo bajo la guía de las percusiones tonales, cuyos aleteos se refuerzan con las adiciones de ornamentos de violín y percusiones. Cuando la guitarra entra a tallar, se prepara un crescendo cuyas formas se van armando a lo largo del camino hasta concretarse en un intenso despliegue de electrizante júbilo donde el nervio y la magia se hermanan en una única potencia expresiva. Excelente epílogo para el que tal vez sea el cénit del repertorio oficial. ‘Happy Bastard’ trae consigo el broche final y lo hace saludando a sus colegas de THE ARISTOCRATS con unos aires extrovertidos que los propios BONDAGE FRUIT ya habían explorado en 
“Bondage Fruit VI”. Las cadencias afrobrasileñas aportadas por algunos pasajes percusivos refuerzan el alborozo reinante. El golpe final es contundente, pero todavía queda el bonus track ‘Three Voices’, que se alarga por un generoso espacio de 13 ¾ minutos: es una versión un poco más reducida del tema de apertura del antes mencionado “Bondage Fruit VI”. Percibimos aquí lo que básicamente se puede describir como una combinación de los ambientes y grooves que signaron a los temas #1 y #4; así pues, se redunda en el hecho de que este disco hereda varios aspectos del anterior. De pasada, no podemos evitar resaltar cuán cautivador es el ensoñador epílogo de esta pieza.


Todo esto fue lo que se nos brindó en “Bondage Fruit VII”, el testimonio de la decisiva resurrección de BONDAGE FRUIT como una entidad activa dentro de la escena progresiva japonesa. La propuesta ecléctica y rotunda de BONDAGE FRUIT nunca fue olvidada y da gusto que podamos volver a hablar sobre ella en tiempo presente. Un disco totalmente recomendable y, sin todavía concluirse el primer tercio del año 2024, podemos asegurar que se impone como una de las obras progresivas más destacadas del momento. 

Saturday, March 09, 2024

RICHARD WRIGHT: la renovación de un viejo sueño musical

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy viajamos al pasado para revisar un disco clásico del art-rock británico de fines de los 70: nos referimos a “Wet Dream”, el primer álbum solista de RICHARD WRIGHT, el teclista histórico de la legendaria banda PINK FLOYD. Originalmente publicado el 22 de setiembre de 1978 por los sellos Harvest (en el Reino Unido) y Columbia (en los EE.UU. y Canadá), “Wet Dream” recibió una reedición remezclada y remasterizada de parte de Steven Wilson en setiembre del pasado año 2023, aproximadamente en el 45to. aniversario de su publicación original. El anuncio de esta reedición se hizo el 28 de julio anterior, justamente la fecha en que WRIGHT hubiera cumplido 80 años (él falleció el 15 de setiembre de 2008, víctima del cáncer de pulmón). WRIGHT, además de cantar, tocó los pianos acústico y eléctrico, el órgano Hammond y el sintetizador Oberheim. Los colaboradores fueron Snowy White (guitarras), Larry Steele (bajo), Mel Collins (saxofones y flauta) y Reg Isidore (batería y percusión). Si bien WRIGHT concretó este primer disco solista más de 10 años después del debut fonográfico de PINK FLOYD (ese legendario disco 
“The Piper At The Gates Of Dawn”), él ya dio indicios tempranos de ser una fuente de recursos musicales para la banda desde el segundo LP “A Saucerful Of Secrets” con las canciones ‘Remember A Day’ ‘See-saw’, insertadas en una psicodelia contemplativa con imponente lirismo. En esa línea también están dos canciones pertenecientes a sendos singles posteriores: el lado B ‘Paint Box’ y el lado A ‘It Would Be So Nice’. Esta última canción se emparenta con el paradigma jubiloso de THE BEACH BOYS, pero poco tiempo después, encontramos en la mitad de estudio de “Ummagumma” (1969) un magnífico despliegue orquestal donde se suceden pasajes góticos con otros vanguardistas: la suite cuatripartita ‘Sysyphus’, auténtica declaración de principios sobre cómo se sentía WRIGHT preparado para explorar nuevos caminos de grandilocuencia dentro de la banda. En fin, será con sus aportes como compositor y arreglista de matices y orquestaciones diversas en los clásicos álbumes Floydianos “Meddle” (1971), “Dark Side Of The Moon” (1973) y “Wish You Were Here” (1975) que este señor apuntalará su muy personal sello dentro de la tradición rockera británica de los 70 en adelante. Sus exploraciones de sonidos seguirán adelante en el repertorio del álbum conceptual “Animals” (1977), pero su rol como compositor ya estaba muy reducido, y seguiría reduciéndose en el tiempo que le quedaba de membrecía en las filas de PINK FLOYD. De todas formas, antes de que llegara ese momento, “Wet Dream” sería un testimonio de sus aún existentes energías creativas. El propio WRIGHT fungió de productor para su debut solista: las sesiones de grabación tuvieron lugar en los Super Bear Studios de Berre-Les Alpes, Francia, entre el 10 de enero y los 14 de febrero de 1978, fungiendo John Etchells y Patrick Jauneaud como ingenieros de sonido. El diseño artístico estuvo a cargo de Hipgnosis. Colateralmente, su compañero de banda David Gilmour también grabó su debut solista en ese lugar y se publicó en el mismo año 1978 con el mismo responsable del diseño artístico. WRIGHT es el autor casi exclusivo de toda la música y todas las letras salvo en el caso de la penúltima canción, donde su entonces esposa Juliette hizo la letra.

  

Por mucho tiempo, el sello One Way Records era el único sello que se había encargado de publicar este disco en CD, y prácticamente estaba descatalogado desde la segunda década del nuevo milenio. Steven Wilson estaba sumamente entusiasmado con la labor a realizar en esta nueva y definitiva reedición. Sus declaraciones para el diario The Telegraph son muy elocuentes: “Quedó enterrado en ese momento; nunca ha habido una campaña de reedición adecuada que yo sepa. Entonces, si imaginas que hay un álbum perdido de Pink Floyd de la década de 1970 que nunca has escuchado, esto es algo así". Añade: “Aquí tenemos un álbum de la década de 1970 que tiene mucho de ese ADN... hay mucho de lo que asocias con el Pink Floyd clásico, especialmente a “Wish You Were Here”. El órgano Hammond, los leves acordes de jazz, su voz... todo está en este disco.” * Los primeros 7 ¾ minutos (o poco más) de “Wet Dream” están ocupados por ‘Mediterranean C’ y ‘Against The Odds’, dos temas que instauran varias de las líneas de trabajo a ser desarrolladas en el disco como un todo. El primero de estos temas mencionados está marcado por la suave parsimonia de los acordes de piano, a los cuales se suma una capa orquestal de sintetizador, la misma que traza el terreno  por el que los ornamentos armónicos de teclado y sintetizador se alternan en el enroiquecimiento de la atmósfera general. Cuando entran a tallar los aportes de la guitarra, el aura orquestal ve aumentado su señorío al modo de una cruza entre BARCLAY JAMES HARVEST y el PINK FLOYD de 1975. En cuanto a ‘Against The Odds’, se trata de una balada progresiva bastante conmovedora donde el lirismo gestado se pone al servicio de las vibraciones contemplativas exorcizadas por el canto de WRIGHT: “We’ve come through before, / Now we ask for more. / Seems to me we can’t escape at all. / Words have no meaning, / But, oh, such a feeling. / Can there be a way out of here?”. El fraseo final de la guitarra acústica es grandilocuente... E incluso nos hace desear que la canción durase un poco más, pero llega el turno de ‘Cat Cruise’, que es, lo adelantamos, nuestro tema favorito del disco. Exhibe una manifestación de fastuosidad, contenida pero imparable, a partir del empuje inicial de los dos temas precedentes. En lo básico, se trata de un viaje instrumental a través de elegantes y amables texturas donde el esquema temático, en la segunda mitad, intensifica su encanto con el beneficio que trae la ampliación del swing central; la batería es muy precisa a la hora de agitar las cosas dentro de los bien definidos confines melódicos creados para la ocasión, los cuales se preservan sólidamente bajo un patrón de romanticismo estilizado. La verdad que WRIGHT y sus compinches (en especial, Collins) se destacan en la comunión gestora de una ingeniería musical cristalinamente colorida. Todo un cénit del álbum. 
 
  

Summer Elegy’ ostenta un fulgor particular a la hora de retomar la magia introspectiva que signó a aquellos dos primeros temas del álbum, un fulgor más modesto y, si se quiere, una tonalidad más concisa. ‘Waves’ trabaja con un compás de blues para dar un nuevo giro de tuerca al tipo de envolventes pasajes melódicos y atmósferas serenas que él exploró tan fehacientemente en los discos de PINK FLOYD de los años 1973 y 1975. El rol protagónico del saxofón está apoyado confiadamente sobre los otoñales ropajes fabricados por los teclados (órgano, piano eléctrico y sintetizador) con una actitud cinematográfica. La segunda mitad del repertorio se abre con la pieza más larga del mismo: dura 6 ¼ minutos y se titula ‘Holiday’, siendo otra balada progresiva de corte introspectivo, esta vez conectándose levemente con el paradigma de ELTON JOHN. En esta ocasión, es la guitarra eléctrica quien pone el broche de oro al despliegue instrumental. La letra retrata una turbulencia interior que está en abierto contraste con la etérea calma de las bases de piano y el encuadre grupal. “How was I to know quite so soon / That dreams can turn a life around. / It seems there is no single way to live our days / Between these lines. / I know you see a man who’s not quite sure who he is / Or where he stands.” ‘Mad Yannis Dance’, a despecho de lo que pudiera insinuar la connotación festiva de su título, es un viaje de sonoridades cristalinamente etéreas que se arman dentro de una ingeniería melódica grácil y flotante sobre un compás de vals sinfónico. Los ornamentos del saxo soprano y las percusiones parecen traer consigo una brisa refrescante para el desarrollo temático. Vamos, que algo así no hubiese estado fuera de lugar en “Wish You Were Here”, o en su defecto, en un disco de THE ALAN PARSONS PROJECT, NOVALIS o ELOY.
 

Cuando llega el turno de ‘Drop In From The Top’, WRIGHT recrea una estrategia jazzera para que el ensamble explore los aspectos más relajados del art-rock dentro de un encuadre palaciego. Tal vez tengamos aquí el mejor solo de White en todo el disco, aportando acentuaciones blueseras a través de un refinado filtro progresivo que lo acerca más a un Martin Barre o un Jeff Beck que a un Eric Clapton. De hecho, su aparición resulta crucial a la hora de potenciar la musculatura del esquema melódico en curso. El penúltimo tema del disco porta el sugerente título de ‘Pink’s Song’: tal como dijimos en el primer párrafo, la letra es de la entonces esposa de WRIGHT. Última balada del álbum, su principal ornamento procede de las hermosas florituras de la flauta. Esta canción cumple con la misión de plantear un momento de relax entre las piezas precedente y subsiguiente. El cierre del álbum llega de la mano de ‘Funky Deux’, un instrumental metido en la onda del Euro-jazz con ribetes funky (no ajenos a cosas que aparecen ocasionalmente en la discografía de PINK FLOYD, aunque también podemos asegurar que hay más cercanía estilística con STEELY DAN). El groove tiene una soltura sobria y muy bien definida, siendo así que el saxo realiza una excelente labor: para hacernos una idea de a qué va esto, se acerca un poco a la faceta más serena de los PASSPORT de 1976-80 y un poco más a los FOCUS de 1978. Todo esto es lo que se gestó en “Wet Dream” a fines de los 70 y que no merece ser olvidado: esta reedición del año 2023 puede ayudar mucho a revivir la visión musical individual de RICHARD WRIGHT, un señor que aportó cosas muy relevantes a los PINK FLOYD de las mejores épocas, no dejó de aportar buenas ideas en el periodo post-Waters, y además, cuenta con un puñado de discos solistas más que decentes. Nunca es tarde para recuperar la experiencia de este disco: un mensaje de agradecimiento al más allá para RICHARD WILLIAM WRIGHT (28 de julio de 1943 - 15 de setiembre de 2008). 
 
 
Muestras de “Wet Dream”.-
Against All Odds: 
https://www.youtube.com/watch?v=fq081zNXtEQ


* El reportaje íntegro de The Telegraph se encuentra en este enlace: https://www.telegraph.co.uk/music/artists/rick-wright-pink-floyd-wet-dream-2023-feud/

Wednesday, March 06, 2024

THIERRY ZABOITZEFF: un nuevo pasaje en un largo trayecto



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la afortunada ocasión de presentar el nuevo trabajo fonográfico del maestro francés THIERRY ZABOITZEFF, quien además de tener una larga trayectoria solista como compositor y multiinstrumentista, es célebre por haber formado parte por mucho tiempo del colectivo ART ZOYD. 
“La Passage” es el título del disco en el cual nos detenemos ahora, habiendo sido publicado el pasado 9 de febrero con la coparticipación de los sellos WTPL Music y Monstre Sonore. El maestro ZABOIYZEFF formó parte de esa banda baluarte del RIO francófono que hemos mencionado antes tocando el bajo y el vionocello, mayormente, pero también hizo aportes a las percusiones, los sintetizadores, la guitarra y los efectos de sonido a lo largo de su membrecía, la cual duró entre el tiempo de su álbum debut Symphonie Pour Le Jour Où Brûleront Les Cités (1976) hasta Häxan (1997), o sea, estuvo allí tanto en la época inicial de centramiento en instrumentos de cámara con ideas surrealistas como en la ulterior etapa de predominio del futurismo maquinista. En su debut solista de 1984 “Prométhée”, ZABOITZEFF se hizo cargo de todos los instrumentos en su propia expansión particular de la fase futurista que se estaba iniciando en el mundo de ART ZOYD, y no fue hasta 1992 que este maestro volvió a lucirse con su segunda obra solista “Dr. Zab & His Robotic Strings Orchestra”. A inicios de los 80, colaboró en un tema de un disco de los legendarios belgas UNIVERS ZÉRO. Volviendo al disco “La Passage”, el buen THIERRY, compositor de todos los temas, ejecuta el bajo, los teclados, el cello, las programaciones y los tratamientos electroacústicos, además de hacer algunas vocalizaciones. El único otro músico es el trompetista invitado Jean-Pierre Soarez. Tras el proceso de grabación, ZABOITZEFF se hizo cargo de la de mezcla y la remasterización. A despecho de su relativa brevedad (no llega a los 35 minutos de duración), “La Passage” es una obra excelente que sabe dar un giro refrescante al ideal inmortal de la música progresiva que apunta hacia sus extremos más vanguardistas.


¿Y por qué decimos que es una obra excelente? Repasemos los detalles del disco para aclarar debidamente nuestra posición. ‘À La Poursuite Du Zoyd’ se encarga de dar el puntapié inicial a las cosas con una exhibición de capas de sonido siniestras donde los ornamentos orquestales y el punzante riff de bajo marcan la pauta para el bien definido motif central. Mientras se van sumando los teclados, la guitarra, los espectrales monólogos y los efectos sonoros, el vitalismo esencial de la pieza va ahondando a paso firme en las vibraciones tensas que brotan de su seno. Los aportes de la trompeta sirven para añadir un elemento fastuoso al asunto. Comenzó con un convincente cénit el disco. A continuación, sigue ‘La Forêt’, que con sus más de 14 ½ minutos de duración es la pieza más larga de este disco. Un calmo soliloquio (de autoría de François-René de Chateaubriand) nos introduce a un hermoso y sobrio pasaje de piano que pronto es acompañado por unas gráciles armonías de sintetizador, aunque se trata de un breve espejismo, pues pronto nos introducimos en un paraje surrealista donde la externa aureola reposada no puede negar el hecho de que oculta algo inquietante tras su ensimismado telón. Los teclados siguen marcando la senda temática, pero hay algo nuevo en su grisácea parsimonia que se explaya a través de los ruidos de gente que está organizando medidas de movilización. Y es a poco de pasar la frontera del tercer minuto que las orquestaciones de cello se hermanan con el piano para asentar el primer cuerpo central. Ostentando un impresionismo oscurantista que ocasionalmente deja algunos espacios efímeros para la calidez, la pieza va fluyendo a través de cauces expresivos marcados por un ambiente cinematográfico y un aura expectante. El segundo cuerpo central gana en densidad mientras sigue la senda trazada por el primero, mientras que el tercero se habrá de ubicar en un sector intermedio. El clímax final porta una frescura vibrante mientras redondea los recursos más señoriales que se han exhibido en algunos momentos precedentes. Los ruidos de la naturaleza con el protagonismo de los grillos es el epílogo perfecto. Otro momento culminante del disco.

‘Poster Boy’ nos brinda, por fin, una atmósfera amable donde lo lírico predomina con cristalina elegancia dentro de un enclave sónico donde lo electrónico y lo acústico interactúan en una maraña bien articulada.* El cuarto tema del repertorio lleva el peculiar título de ‘Twisted Zoydian Song’. Algo de la amabilidad expresiva de la pieza anterior persiste aquí, pero se nota que lo que predomina es un retorno a los climas inquietantes (capitalizados por los turbadores arreglos corales). Dado que hay varios pasajes marcados por un llamativo groove cibernético, el asunto no resulta tan tétrico ni tan lóbrego como en las dos primeras piezas del álbum; lo que sí hay es un vitalismo desosegado que, al revestirse de majestuosidad, proyecta un fulgor bizarro. Toco concluye con la pieza justamente homónima, la misma que ocupa un espacio de casi 5 ½ minutos. ‘Le Passage’ es una exploración de convergencias entre el chamber-rock y la electrónica de inspiración kraut, lo cual hace que el cierre del álbum adquiera un talante cósmico. La gentileza de las líneas de trompeta, los arreglos corales y los sencillos fraseos de guitarra acompañan a las meticulosas bases sintetizadas se abre a los cielos como una fuente de genuino fulgor contemplativo. Todo esto es lo que nos ofrece el veterano e incombustible crack de la vanguardia progresiva radical THIERRY ZABOITZEFF con “La Passage”, un nuevo pasaje en un largo trayecto de aventuras e investigaciones en los terrenos más complejos y osados de la música contemporánea. ¡¡Totalmente recomendable!!


* Esta pieza fue originalmente compuesta para el film de NATAHLIE BORGERS Fang den Haider.

Monday, March 04, 2024

SEMIRAMIS: la resurrección más allá del final


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos una ocasión especial para volver nuestra mirada hacia la escena progresiva: se trata del segundo disco de estudio del legendario grupo romano SEMIRAMIS, el cual porta el simbólico título de “La Fine Non Esiste” y sucede por poco más de medio siglo de esa joya titulada “Dedicato A Frazz”, testimonio único de cuando el grupo era un colectivo de niños prodigio de la avanzada progresiva de su país. De esa alineación conformada por Paolo Faenza, Marcello Reddavide, Giampiero Artegiani y los hermanos Michele y Maurizio Zarrillo, sólo queda Faenza, quien sigue estando a cargo de la batería y el vibráfono. El resto de la actual alineación, que es un sexteto, consiste en Ivo Mileto [bajo], Emanuele Barco [guitarras eléctricas], Marco Palma [guitarras acústicas de 6 y 12 cuerdas], Giovanni Barco [voz] y Daniele Sorrenti [piano, órgano, sintetizadores y flauta]. Todo esto se inició como una idea discurrida por Faenza, Artegiani y Maurizio Zarrillo en el año 2013 sobre la reformación de SEMIRAMIS, lo cual se concretó al año siguiente. Aunque Zarrillo había dejado la banda antes de su disolución poco antes de mediados de 1974, ni él ni sus otros dos excompañeros querían reisgnarse a la idea de que el hermoso y peculiar álbum “Dedicato A Frazz” (1973) tuviese que ser su único legado para la historia del rock progresivo. Así las cosas, y dejando en paz a sus excolegas Michele Zarrillo y Marcello Reddavide, unieron fuerzas con el vocalista y guitarrista acústico Vito Ardito, el guitarrista Antonio Trapani, el teclista-flautista Daniele Sorrenti (momentáneamente reemplazado por Rino Amato) y el bajista Ivo Mileto, mientras Artegiani prefería quedarse como colaborador ocasional a las recitaciones. El fallecimiento de Zarrillo en el año 2017 rompió este momentum, pero eso no impidió la publicación de “Frazz Live”, un DVD/CD en directo que recogía una actuación de los nuevos SEMIRAMIS en Génova. Al poco tiempo, el proyecto se retomó, quedando Faenza como único integrante original del grupo tras el abandono de un Artegiani ya postrado (falleció en 2019). La alineación vigente concretó este disco que comentamos ahora, publicado tanto en CD como en vinilo anaranjado por Vinyl Magic el pasado 23 de febrero. Aquí se incluye alguna narración que nos dejó Artegiani antes de partir al más allá. Maurizio Pinna se hizo cargo de las labores de mezcla y masterización; el arte gráfica es de la autoría de Massimiliano Angelotti.

 
Repasemos ahora los detalles de “La Fine Non Esiste”. Abre el disco ‘In Quel Secondo Regno’, una canción situada sobre un medio tiempo que se maneja con bastante garra rockera, sintiéndose como una estrategia de dar aires Purpleianos a una cruza entre ALPHATAURUS y MUSEO ROSENBACH. El hermanamiento de guitarra eléctrica y órgano resulta crucial a la hora de enfatizar las vibraciones ceremoniosas del motif central, el cual todavía preserva una estilización sinfónica reconocible. El ocasional empleo de un compás en 7/8 y la inserción de un interludio cósmicamente impresionista (incluyendo la recitación de un pasaje del Canto I del Purgatorio de La Divina Comedia de DANTE) ayudan a realzar la sofisticación que opera en medio del nervio rockero. Un excelente inicio de álbum... o reinicio de la vieja visión musical de la banda, como se prefiera. ‘Cacciatore Di Ansie’ sigue a continuación con la misión explícita de capitalizar la fastuosidad heavy-progresiva que se instauró en la canción inicial para mezclarla con una cristalina lucidez melódica que se siente relativamente rayana con el folk-rock. Los momentos de placidez se alternan fluidamente con otros marcados por una solemne densidad, siendo así que estos SEMIRAMIS actuales asientan líneas de confluencia con bandas como LA COSCIENZA DI ZENO, IL BACIO DELLA MEDUSA y NOT A GOOD SIGN. De hecho, se nota un incremento en la versatilidad y el preciosismo vertidos en la edificación de múltiples recovecos temáticos. Un cénit decisivo del álbum. ‘Donna Dalle Ali D’acciaio’ es una canción inspirada en la heroína de los vuelos Amelia Earhart. Comienza con un evocador preludio de piano, vibráfono y guitarra acústica, lo cual prepara el terreno para que la primera parte cantada se acomode dentro de un despliegue sinfónico con elementos pastorales. Eso sí, los arreglos de teclados anuncian un aura sombría que pronto se perfilará a través del uso de un ímpetu rockero contundente. En esta nueva situación, la banda elabora un llamativo intermedio instrumental de matices Emersonianos, el mismo que aterriza en una fabulosa sección cantada final orientada hacia lo festivo. Con esta nueva luz brindanda para el vigor rockero en curso, la canción conquista un excelso clímax progresivo y se alza como otro cénit del repertorio. 

Cuando llega el turno de ‘Non Chiedere A Un Dio’, nos reciben unas campanadas y una cautivadora figura de guitarra acústica apoyada sobre unas gráciles capas de sintetizador. De a pocos, el ensamble íntegro arma un groove gentil y vivaz cuyos comedidos matices folklóricos permiten la instalación de un júbilo musical bastante refinado. Es como un matrimonio de YES y LE ORME con factores bucólicos vertidos desde la faceta pastoral de aquel viejo SEMIRAMIS. De hecho, ésta es la canción en que se revive a Frazz, el clown protagonista del disco de 1973, siendo así que la letra gira en torno a la pregunta de si realmente hace falta morir para liberar y curar el alma, y más bien, la música puede swervir como vehículo para esa redención ansiada. Los dos últimos temas del disco duran cerca de 7 minutos cada uno: ‘Tenda Rossa’ y ‘Sua Maestà Il Cuore’ son sus títulos respectivos, y su ilación misma permite al disco completar el realce de sus mejores cualidades estéticas para sus instancias finales. El primero de estos temas mencionados está insrpiado en otra figura de la aviación, el italiano Umberto Nobile: él viajó junto a un equipo de apoyo hacia el Polo Norte en 1928 y su avión se estrelló, salvándose él y unos cuantos del equipo. Comienza con un ímpetu rockero muy en línea con URIAH HEEP hasta que entran a tallar unos quiebres sinfónicos de inspiración Yessiana; a partir de allí, no hay camino de retorno para el despliegue de majestuosos vigor que se ha de plasmar tanto en las líneas vocales como en el expresionista esquema instrumental. A poco de pasada la frontera del cuarto minuto, la pieza vira hacia un clima ceremonioso que se proyecta hacia una fastuosidad romántica, la cual, a su vez, sirve de puente para un solemne epílogo que coquetea con lo introvertido. En cuanto a ‘Sua Maestà Il Cuore’, comienza recogiendo parte del rotundo expresionismo que signó a la canción precedente, esta vez, con un esquema musical menos suntuoso, aunque no por ello, menos vigoroso. A mitad de camino, todo se detiene menos el piano, que abre camino a una sección meditabunda donde el canto parece exorcizar viejas memorias de un tiempo más feliz. Cuando el bloque instrumental entero entra en acción, bajo la guía de la guitarra eléctrica y con el ímpetu provisto por los ornamentos de la batería en el swing en tiempo de vals, la contemplación se convierte en desgarro. En el último medio minuto, la canción regresa al fuego inicial con una dosis extra de sofisticación. 

  
 
Todo esto fue lo que nos brindó con “La Fine Non Esiste” desde los cuarteles de la reformada entidad SEMIRAMIS, la cual demuestra que ha resucitado a paso firme, contando con suficientes recursos para seguir generando buena música progresiva. Así como lo hicimos en la retrospectiva de aquel viejo disco de 1973, también dedicamos la reseña del nuevo disco a las memorias de Maurizio Carrillo y Giampiero Artegiano (fallecidos en 2017 y 2019, respectivamente), agradeciéndoles por todo lo bueno que hicieron en nombre del ideal del rock artístico de su país. En sí mismo, este nuevo disco “La Fine Non Esiste” se erige como un referente importante para el rock progresivo italiano de 2024; efectivamente, no existe punto final para el sendero musical de SEMIRAMIS.
 
 
Muestras de “La Fine Non Esiste”.-
Il Caciatore Di Ansie: https://semiramisgroup.bandcamp.com/track/cacciatore-di-ansie
Donna Dalle Ali D’acciaio : https://semiramisgroup.bandcamp.com/track/donna-dalle-ali-dacciaio

Saturday, March 02, 2024

Dedicado a SEMIRAMIS



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy realizamos una retrospectiva de una banda italiana de niños prodigio del rock progresivo italiano de los 70s. Nos estamos refiriendo a SEMIRAMIS, quinteto conformado por Paolo Faenza [batería, vibráfono, otras percusiones y efectos de sonido], Marcello Reddavide [bajo, campanas tubulares y efectos de sonido], Giampiero Artegiani [guitarras clásica y acústica de 12 cuerdas, y sintetizador] Michele Zarrillo [guitarras eléctricas y acústicas, y voz] y Maurizio Zarrillo [pianos clásico y eléctrico, órgano Eminent, sintetizador, clavecín y sistro] y cuyo único álbum “Dedicato A Frazz” es uno de los más peculiares y alucinantes que se han hecho durante la primera generación del rock progresivo italiano. El nombre del grupo se dice Semíramis en español, y se corresponde a la legendaria reina asiria Sammuramat, cuya presencia trascendió hasta la comovisión religiosa de Egipto, Grecia y Roma para instalarse como figura mítica, específicamente, como diosa de la fertilidad y la belleza. ¿Y cómo surgió este grupo de inquietos jóvenes absortos en el ideal del rock artístico? Los orígenes de la banda datan del año 1970, cuando el teclista Maurizio Zarrillo unió fuerzas con dos primos, el bajista Marcello Reddavide y el baterista Memmo Pulvano, teniendo todos ellos 15 años de edad. Al año, se incorporó el vocalista Maurizio Macioce (quien se hacía llamar Maurizio Macos), pero en 1972 éste fue reemplazado por el hermando menor de Maurizio, Michele, quien también tenía mañana para la guitarra. Cuando se sumó Artegiani – otro adolescente talentoso que aportaba labores a las guitarras acústicas y el sintetizador – el ahora quinteto ya estaba preparado para tocar en varios festivales al aire libre. En uno de ellos compartieron cartel con luminarias como OSANNA y BANCO DEL MUTUO SOCCORSO; el baterista de este último grupo llegó a prestar su instrumento a Pulvano. El grupo llegó al año 1973 con el mismo Pulvano siendo reemplazado por Faenza, un aspecto muy relevante pues, además de ser muy creativo con la batería, su obsesión con el vibráfono permitió a SEMIRAMIS enriquecer aún más su espectro sonoro. Y bueno, ya el grupo contaba con suficientes composiciones propias para llenar un LP: sólo faltaba el contrato de grabación. “Dedicato A Frazz” es el nombre de ese disco (único disco) que el colectivo de SEMIRAMIS alcanzó a grabar merced al sello Trident. El productor fue Robert Cunningham. El pintor inglés Gordon Faggeter se encargó de hacer la peculiar y hermosa portada, además del diseño gráfico general. Se trata de un álbum conceptual que narra las peripecias y reflexiones del personaje titular (cuyo nombre se deriva de la unión de las iniciales de los apellidos de los cinco integrantes), un clown que explora todos los matices de la vida urbana y las actitudes de la gente de la calle, que parece ser noble pero, en realidad, esconde bajo sus máscaras de hipocresía sus egoísmos y crueldades, las que llevan al circo donde trabaja a una crisis sin solución. También se va desengañando del modo en que la gente no sabe apreciar las maravillas de la naturaleza, lo cual le hunde en una horrible depresión que le lleva a hacer un examen negativo de su propia condición humana, un sufrimiento que sólo puede acabar con el suicidio. Reddavide hizo las letras de todas las canciones, mientras que toda la música fue compuesta por Michele Zarrillo. Los arreglos y los efectos especiales ya fueron añadidos por todos los integrantes durante el proceso de grabación.


Bueno, vayamos a los detalles del repertorio de “Dedicato A Frazz”. Ocupando los 6 primeros minutos del disco, ‘La Bottega Del Rigattiere’ da el puntapié inicial a las cosas. El breve prólogo está dominando por unas capas y ornamentos de sintetizadores sobre los que se descarga una impetuosa llovizna de notas de vibráfono, siendo así que de este extraño entramado brotan las escalas iniciales de las guitarras acústicas para dar inicio a un motif folk-rockero con ribetes moderadamente pesados que se conecta con el paradigma de OSANNA, añadiéndose matices de PREMIATA FORNERIA MARCONI mientras la banda avanza hacia un segundo motif más ceremonioso donde predominan las vibraciones prog-sinfónicas. Tras este brillante tema de inicio llega el turno de ‘Luna Park’, canción destinada a explorar más a fondo esa combinación de vigor y delicadeza que se mostró anteriormente. Esta vez, las partes fuertes son más frenéticas al centrarse en un barroquismo vivaz bajo la guía dual de la primera guitarra y el piano. Tras un breve puente de inclinaciones jazzeras surge una sección cantada donde se encadenan sinfonismo y prog-folk; la ahora predominante calidez se explaya a sus anchas antes de que irrumpa el reprise del contundente motif inicial para el epílogo. Una mención especial debe ir para la labor de la guitarra, que exhibe algunas de sus virguerías más espectaculares de todo el álbum. ‘Un Zoo Di Vetro’ es la canción encargada de cerrar el lado A del disco y lo hace dando un paso más allá en el eclecticismo aventurero de la banda. Dura poco menos de 6 minutos, pero tiene el aliciente de tener una estructura más versátil que la canción que inició el álbum: crea la impresión de una minúscula obra de teatro con escenas diversas que se van sucediendo con un frenesí que casi raya con lo caótico. Una primera sección refleja una remodelación psicodélica de una danza palaciega renacentista con ribetes circenses, siendo así que unas notas sostenidas de los sintetizadores se conectan con una segunda sección en la que el grupo despliega una garra al estilo de IL BALLETTO DI BRONZO recargada con agitaciones siniestras y agresivas. El guitarreo Hendrixiano es fenomenal. La tercera sección es un despliegue de serenos climas pastorales marcados por la interconexión entre las dos guitarras acústicas y el vibráfono. Los comedidos ornamentos de este último se transforman en intrépidas emanaciones free form que se apoderan casi en exclusiva del clima misterioso que signa al epílogo (hay ciertos aportes tenues de sintetizador y percusión por allí).

‘Per Una Strada Affollata’ es la pieza que abre el lado B y lo hace recogiendo los ecos del dinamismo de la canción #2 del mismo modo que retoma la extravagancia sistemática de la canción #3, añadiendo refrescantes recursos de diversidad temática. Un motif inicial de inspiración barroca es transportado con aires juguetones y ornamentado por una ágil vivacidad rockera: lo que suena es como una idea perdida del primer álbum de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO que ha sido remodelada por IL BALLETTO DI BRONZO. Una vez que todo se detiene de manera cortante, emerge un hermoso y ceremonioso solo de guitarra clásica donde lo introspectivo impone una atmósfera totalmente nueva. Una vez terminada ésta, el grupo regresa al barroquismo travieso filtrado a través de una rotunda acidez rockera, terminando todo con una neuróticamente rabiosa miniatura cantada. “Nel centro di un mondo lontano dal mondo in cui crede, crede! / È la paura che scorre nel sangue ma cade davanti palazzi. / Chiudendo la strada e battendo la porta di casa, casa!” La dupla de ‘Dietro Una Porta Di Carta’ y ‘Frazz’  se explaya en los ecos de fastuosidad y versátil dinamismo emanados de ‘Per Una Strada Affollata’ para hacer que lo sublime se retroalimente eficientemente. El primero de estos temas mencionados comienza con una primera sección marcada por un talante ceremonioso y calmo que se deja arropar por una ambientación razonablemente fastuosa. Su segunda sección se centra en una mezcla de heavy prog y sinfonismo que incluye algunos recursos psicodélicos. En cuanto a ‘Frazz’, se explaya a lo largo de una cuidadosa ilación de atmósferas diversas que van desde un barroquismo electrizante hacia una contemplación bucólica, pasando luego a una neurótica metralla pesada, para luego terminar con un clima sinfónico conmovedor‘Clown’ se encarga de cerrar el repertorio del álbum con expansiones de varios de los modismos estilísticos que se han delineado fehacientemente en la secuencia de las cuatro canciones precedentes. Un prólogo expectante anuncia la cercanía del destino fatal del protagonista, abriendo paso poco después a un cuerpo central muy vivaz cuyo aguerrido nervio se instala fluidamente sobre un compás inusual. El epílogo pastoral se deja envolver por una atmósfera grisácea muy afin al conexto funerario del momento. Las gentiles orquestaciones del sintetizador aportan una discreta calidez al enclave instrumental. “Le promesse a quel signore / Che disprezza un nano stanco, / Che truccato nel suo circo / Piange e cala giù il sipario. / Ultima luce su un pagliaccio, / Solo al centro di sé stesso.” La última nota simultáneamente tocada al sintetizador y al vibráfono es la misma con la que comenzó la primera canción del álbum: la idea de un círculo que se cierra dentro de su propia imaginería narrativa.


“Dedicato A Frazz” no fue un éxito de ventas precisamente, aunque SEMIRAMIS mantuvo una actividad productiva en actuaciones en vivo tanto en Roma como en ciudades cercanas. Cuando llegó el año 1974, el grupo pasó por una crisis seria que hizo que el bajista Toni Massarutto y el teclista Giulio Ferrarin reemplazaran a Raddavide y Maurizio Zarrillo, quienes dejaron la banda. La nueva alineación no duró mucho y el grupo terminó resignándose a su disolución antes de que el año 1974 llegase a su ecuador. Michele Zarrillo formó parte de unos IL ROVESCIO DELLA MEDAGLIA que también estaban en sus últimas caminatas, pero no por mucho tiempo. Faenza y Artegiani formaron el grupo pop CARILLON entre 1979 y 1981. Posteriormente, Michele Zarrillo y Giampiero Artegiani forjaron existosas carreras como cantautores y productores de otros artistas del pop; por fin les llegaron la fama y los galardones. Si bien parecía que todo esto era lo que el Dios Destino tenía reservado para la realidad de SEMIRAMIS, la cosa fue muy distinta desde hace algunos años. En efecto, en 2013, Faenza, Artegiani y Maurizio Zarrillo acordaron reformar la banda con músicos nuevos, cosa que se concretó efectivamente al año siguiente. Más aún, en el presente primer tercio del año 2024 ya hay un segundo disco de estudio de SEMIRAMIS en el mercado, pero dejamos esto aquí para hablar sobre ello en otra ocasión. Por ahora, nos limitamos a expresar nuestro agrado por que exista un disco tan excelso y lleno de creatividad como “Dedicato A Frazz”. Dedicamos esta retrospectiva in memoriam a Maurizio Zarrillo y Giampiero Artegiani, quienes nos dejaron el 11 de julio de 2017 y el 4 de febrero de 2019, respectivamente. Un agradecimiento eterno a ellos y a sus tres compañeros de primeras aventuras que aún están entre nosotros por habernos brindado una obra tan notable dentro del amplio panorama del rock progresivo italiano de primera generación. ¡Muy bien hecho, muchachos! ¡No es nada fácil hacer un disco destinado a ser legendario!... ¡¡Y encima, a la primera!!


Muestras de “Dedicato A Frazz”.-

Wednesday, February 28, 2024

Sombras y luces de la aventura vanguardista del dúo COLIN EDWIN & ROBERT JÜRJENDAL

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión presentamos el disco “The Weight Of A Shadow”, de autoría compartida del británico COLIN EDWIN y el estonio ROBERT JÜRJENDAL; el disco en cuestión fue publicado el 4 de noviembre del pasado año 2023 por el sello Hard World, estando sus coordenadas estilísticas situadas en una cruza entre el avant-prog, el ambient y el jazz experimental contemporáneo. EDWIN se hace cargo de los bajos con y sin trastes, el contrabajo, la guitarra e-bow y las programaciones sintetizadas, mientras que JÜRJENDAL realiza sus labores con la guitarra eléctrica, la U8 Touch Guitar y la guitarra de 12 cuerdas. El primero de ellos es particularmente popular por su larga estadía en PORCUPINE TREE, aunque también cuenta con membrecías en O.R.K., BURNT BELIEF, METALLIC TASTE OF BLOOD y otros proyectos ocasionales. Por su parte, JÜRJENDAL está o ha estado vinculado a UMA, SLOW ELECTRIC y JAN BANG, indicio claro de inquietudes eclécticas dentro del jazz, la electrónica y el art-rock. De hecho, fue colaborando en SLOW ELECTRIC, proyecto de Tim Bowness, en el año 2011, que estos dos maestros se conocieron. Éste es el segundo disco del dúo, siendo el primero 
“Another World” (2018). El material contenido en “The Weight Of A Shadow” fue grabado en el estudio NightSpace UK y en el Aaviku Farmstead Studio, los centros de grabación particulares de cada uno de estos maestros. La mezcla fue realizada por el propio EDWIN y el ulterior proceso de masterización estuvo en manos de Paul Mex en el estudio Mex One Recordings. Veamos ahora los detalles estrictamente musicales del repertorio de “The Weight Of A Shadow”.
 
La dupla inaugural de ‘Barely Visible’ y ‘Cyclic Drift’ pone muchas cartas de la baraja dual sobre la mesa. El primero de estos ítems mencionados se centra en un clima otoñal con tintes crepusculares, los mismos que asumen pronto unos recursos debidamente mesurados de fuerza expresiva, focalizándose en el estándar jazz-progresivo. En cuanto a 
‘Cyclic Drift’, se trata de algo un poco similar al tenor general de la pieza inaugural, pero esta vez hay un mayor énfasis en el potencial del groove basado en el jazz experimental que tanto le gusta al dúo emplear. De esta manera, se nota una mayor robustez en la persistente estrategia de hacer música progresiva etérea con un amplio realce de los paisajes sónicamente cinematográficos. El tercer tema es el que justamente da título al disco; el enfoque de trabajo expuesto en ‘The Weight Of A Shadow’ se apoya en un mayor grado de sutileza expresiva que el empleado en la secuencia de los dos temas iniciales. Eso implica que el motif central se delinea con un enfoque minimalista, siendo así que éste está alimentado por una gentil calidez situada entre lo ensoñador y lo nostálgico en medio de una sobria luminosidad. Justamente aquí está la clave a seguir explorando en otros temas posteriores del presente álbum. ‘Time To Find The Sun’ exhibe 5 minutos de señorío sónico signado por un lirismo imponente que sabe contener su patente majestuosidad dentro de un ambientación gentilmente crepuscular. La luz musical aquí presente goza de la dosis estrictamente necesaria, algo crucial para convertir a este tema en uno de los más hermosos del disco. ‘Soul Blizzard’, el tema que sigue a continuación, se encarga de expandir esa luz y darle al persistente espíritu contemplativo una fastuosidad más explícita. Cuando llega el turno de ‘Unknown Hands’, el dúo retoma la aureola cinematográfica que signó a la pieza homónima mientras le da un gentil cariz jazzero; mientras tanto, los ornamentos provistos por las percusiones programadas refuerzan el carácter etéreo de lo que suena. ‘The Grid’ trabaja con una cruza de post-rock y ambient sobre un groove lo suficientemente sofisticado como para que las predominantes vibraciones contemplativas se dejen arropar por un convincente preciosismo. He aquí un punto de encuentro entre el paradigma de los STICK MEN y el de TORTOISE, he aquí un cénit especial del álbum.
 
‘Springunal’ es algo que nos toma un poco por sorpresa pues es un campo de expresión para una tensión renovadora dentro del ideario de EDWIN & JÜRJENDAL. El vitalismo flotante de los desarrollos temáticos futuristas que se van hilando a lo largo del camino reflejan un cuadro sonoro de oscurantismo controlado, algo así como un armazón de 2 o 3 ideas perdidas de UNIVERS ZÉRO que fueron a parar a manos de los TANGERINE DREAM de la etapa 1977-80. Tras este peculiar viaje, emerge ‘Penumbra’,  y es justo eso lo que gestan los dos músicos, una penumbra densa donde la tensión de la pieza precedente es reemplazada por una inquietud misteriosa que prefiere explayarse de a pocos en vez de estallar en una fiesta macabra de angustias diversas. No es así la cosa, pues lo que aquí tenemos es un enfoque controlado de un nervioso desasosiego que el intelecto no llega a racionalizar del todo. ‘Shadow Ritual’ se sitúa en un espacio intermedio entre los dos temas precedentes: un trayecto cavernícola donde la exterioridad futurista y la introspección enigmática se intersectan bajo la guía de una serenidad reflexiva progresivamente estilizada. El guitarreo Frippiano ayuda mucho a reforzar el segundo de los factores mencionados. En comparación, ‘Sub Flow’ resulta más relajado, pues es un ejercicio de parsimonioso space-rock progresivo sobre unas cadencias exóticas y un sencillo motif de inspiración oriental. Una vez más, regresan al frente los resabios de la pieza homónima. El tema encargado de cerrar este repertorio es ‘Back To The Light’, y lo hace recurriendo a la faceta más lírica del dúo. El cautivador centro melódico es manejado con una sutileza bien perfilada (tal vez en coqueteo con el post-rock) mientras las florituras de la Touch Guitar procuran enriquecer el potencial de tonalidades progresivas que guarda dicho centro melódico. Todo esto fue “The Weight Of A Shadow”, una bitácora de excelsas sombras y luces reflejadas en las exquisitas travesías musicales que el colectivo de COLIN EDWIN y ROBERT JÜRJENDAL ha gestado en el susodicho trabajo fonográfico. Muchas gracias a ellos por este estupendo disco que recomendamos en cualquier buena fonoteca abierta a la música vanguardista. 
 
 
Muestras de “The Weight Of A Shadow”.-
Cyclic Drift: https://music.colinedwin.co.uk/track/cyclic-drift
Time To Find The Sun: https://music.colinedwin.co.uk/track/time-to-find-the-sun
The Grid: https://music.colinedwin.co.uk/track/the-grid
Penumbra: https://music.colinedwin.co.uk/track/penumbra

Sunday, February 25, 2024

RAFFO y su verídica cosecha de flores en el jardín de la fusión contemporánea

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el enorme placer de hablar sobre el nuevo disco de JUAN “POLLO” RAFFO, o simplemente RAFFO: el disco en cuestión se titula “La Falacia Del Espantapájaros – Música De Flores Vol. 6” y fue publicado en noviembre del pasado año 2023. Además de los teclados de RAFFO, suenan a lo largo del repertorio el bajo de Tomás Pagano y la batería de Rodrigo Genni. El material aquí contenido fue grabado por César Silva en El Hornero, Pablo López Ruiz en Doctor F y Rodrigo Genni en Estudio Lerma; más adelante, los procesos de mezcla y masterización estuvieron a cargo de César Silva en El Hornero. El arte y y el diseño gráfico son de la autoría de Emmanuel Panza. El título del disco responde al tipo de falacia que se estudia en la lógica filosófica (en inglés es the strawman fallacy): se trata de la pretensión de haber refutado una posición al rebatir una versión exagerada o simplificada de una posición que, en realidad, es más sutil y rica que lo que pretende el (fracasado) refutador. Se trata del primer disco que RAFFO y sus colegas hacen tras el fallecimiento del saxofonista-clarinetista Martín Rur, quien se lució enormemente en esta serie de discos de Música De Flores. Con sólo apreciar sus sólidos aportes en los dos volúmenes anteriores (“Brindis” y “Llueve Sobre La Biblioteca Central”, de los años 2016 y 2019, respectivamente) advertimos que el cosmos de la fusión contemporánea argentina tenía en él a una estrella de gran calibre: la dedicatoria que se le hace en los créditos de este nuevo disco es muy merecida. En fin, el arte tiene su propia manera de dejar que la vida continúe sacando de sí nuevas cosas para iluminar al mundo, y ahora es el turno para brillar de “La Falacia Del Espantapájaros”: adelantamos que aquí opera un nivel más contenido de exuberancia estilística que la existente en los dos discos mencionados más arriba, pero que conste que el vigor expresivo del ensamble sigue siendo tan inspirado como siempre. Justifiquemos ahora, paso por paso, este diagnóstico previo de parte nuestra.

‘Siete De Cada Cinco’ da inicio al repertorio con un aura solemne que sabe conllevar muy solventemente la combinación de un groove moderadamente suelto con una prestancia señorial empapada de serenidad. La labor de los teclados alterna momentos de gracilidad fusionesca (un poco al estilo del legendario Joe Zawinul) con otros marcados por un estilizado barroquismo; mientras tanto, la dupla rítmica preserva un swing impoluto con algunos espacios abiertos para que el bajo elabore unas florituras pertinentes bajo el manto de los solos y bases armónicas creados por RAFFO, garantizándose así el manejo de algunos quiebres folklóricos en pasajes estratégicos. Luego sigue ‘Pretexto’, tema que se extiende por un espacio de 6 ¾ minutos para llegar a ser ítem individual más extenso del repertorio. Todo comienza muy sigilosamente, como saliendo de a pocos de un escondrijo mientras se impone un ambiente misterioso, pero ya pasada la frontera del segundo minuto, el motif central aclara su presencia a la hora de instaurar un clima contemplativo. Las orquestaciones de teclado que emergen durante el último minuto añaden una elegante fastuosidad al asunto, un suave resplandor en medio de la neblina introspectiva. Cuando llega el turno de ‘Persecución’, el ensamble se dispone a virar radicalmente hacia lo extrovertido en clave jazz-progresiva, siendo así que el bajo asume un rol co-protagónico junto a los teclados. Lo que suena aquí parece un híbrido de GENTLE GIANT y JAN HAMMER con algunos aditivos extra de fusión tanguera que ayudan a incrementar el potencial vitalista diseñado para la ocasión. La dupla de ‘Preludio Al Rulo’ y ‘El Rulo’ abre campo a otra exhibición de señorial lirismo de parte del colectivo triádico. El primero de estos temas mencionados recoge parte del fulgor sónico de la pieza precedente y lo remodela con unas vibraciones conmovedoras que parecen tomar algunos trucos de la cámara impresionista mientras instaura su cálido motif fusionesco. En cuanto a ‘El Rulo’, se trata de un inspirado ejercicio de jazz de salón donde se mezclan la alegría serena y la calma entusiasta, siendo así que la labor de la batería permite al trío conectarse con algunos ambientes folklóricos. Los parajes más exultantes del piano motivan al ensamble íntegro crear un clímax refinado y contundente.
 
Con el simpático título de ‘Cuidado Con Las Imitaciones’ emerge una pieza bastante ágil donde los músicos actuantes trabajan con el júbilo y la sensualidad que emanan al unísono de los esquemas rítmicos, grooves y desarrollos temáticos planteados. Los tres últimos ítems del repertorio son las tres partes de la ambiciosa idea musical que da título al álbum. ‘La Falacia del Espantapájaros, Pt. 1’ dura 7 ½ minutos y su misión consiste en recoger las sucesivas siembras de la pieza precedente y de la que abrió el álbum para gestar un enérgico viaje a través de las áreas del rock progresivo y el jazz-rock sobre un sólido enclave fusionesco. Se dejan sentir aquí las influencias de los WEATHER REPORT de 1974 y los RETURN TO FOREVER de 1973 con algunos guiños extra a la escuela del Canterbury (especialmente, los SOFT MACHINE de los discos tercero y cuarto). La inclusión de un interludio experimental de tenor deconstructivo es un inteligente recurso de variedad expresiva en medio del esplendor reinante. ‘La Falacia Del Espantapájaros, Pt. 2’ comienza con una serena figura de piano, la misma que termina expandiéndose por varios meandros expresivos bajo una ingeniería ensoñadora con ribetes contemplativos. La serenidad persiste de manera consistente mientras se deja ornamentar por algunos arrebatos comedidos del piano. Finalmente, ‘La Falacia del Espantapájaros, Pt. 3’ retoma lo más extrovertido y juguetón del jolgorio fusionesco que ya signó a varias piezas precedentes, haciendo que los 4 minutos de su duración pasen volando. Todo esto fue lo que se nos ofreció desde el cuartel del maestro RAFFO y sus secuaces con “La Falacia Del Espantapájaros – Música De Flores Vol. 6”. Con una carrera, tanto solista como en grupos, que va más allá de las cuatro décadas, RAFFO nos demuestra que su frescura creativa, su iniciativa para explorar mil mundos sonoros y su virtuosismo siguen intactos. Es por eso que este disco es todo lo contrario de una falacia: es una verídica cosecha de hermosas ideas musicales dentro del jardín de perpetua belleza musical que está bajo el mando del maestro RAFFO. En resumen... ¡¡un disco totalmente recomendable!!


Muestras de “La Falacia Del Espantapájaros – Música De Flores Vol. 6”.-
Siete De Cada Cinco: https://www.youtube.com/watch?v=QgggkkI6Mic
Pretexto: https://www.youtube.com/watch?v=YBBzUpJ_0tA
La Falacia Del Espantapájaros, Pt. 1: https://www.youtube.com/watch?v=OU8caGaNJFQ